7.  Prioridades

Todo peatón o conductor de vehículo que llegue a una bocacalle o encrucijada, debe ajustarse a las indicaciones del agente de tránsito, a las que expresen los aparatos lumínicos o las señales fijas.
En las zonas urbanas, el peatón tiene prioridad sobre los vehículos para atravesar la calzada, cruzando siempre por la senda peatonal, y los conductores deberán:

  • Reducir la velocidad al aproximarse a la senda peatonal.
  • En las bocacalles sin semáforo, cuando sea necesario, detener por completo su vehículo para ceder el paso a los peatones.
  • Cuando realice un giro para circular por una calzada transversal a la que transitaba, debe respetar la prioridad de paso de los peatones que atraviesan dicha vía pública por la senda peatonal deteniendo el vehículo.
    En las bocacalles, de vías de igual jerarquía, en las que exista la señal de “PARE” deberá detener el vehículo completamente, reanudando la marcha una vez asegurado que no haya otro vehículo o peatón para el cruce.

El conductor que llegue a una bocacalle o encrucijada debe, en toda circunstancia, ceder el paso al vehículo que circula desde su derecha por una vía pública transversal, independientemente de quien ingrese primero a la misma. Esta prioridad es absoluta y sólo se pierde:

  • Ante la señalización que indique contrario.
  • Ante los vehículos ferroviarios.
  • Al ingresar o cruzar vías de mayor jerarquía no semaforizadas. Antes de ingresar o cruzarla se debe, siempre, detener la marcha.
  • Al ingresar a una rotonda.
  • Cuando se vaya a girar a una vía pública transversal.
  • Desde una vía pública de tierra se pase a circular por una vía pavimentada.
  • Si se aproximan vehículos públicos de urgencia, con las correspondientes señales de advertencia reglamentarias.
  • En caso de haber peatones que cruzan lícitamente por la senda peatonal, o de seguridad habilitada como tal.
  • Si se ha detenido la marcha.
  • Si se circula al costado de las vías férreas, respecto del que sale del paso a nivel.
  • Si se conducen animales o vehículos de tracción a sangre.
  • Cuando en una bocacalle existan filas de vehículos con circulación lenta en sendas vías en espera transversal de su cruce, se establecerá un orden de paso alternativo de un vehículo por vez para cada transversal.

La prioridad de paso en una encrucijada rige independientemente de quien ingrese primero a la misma.
En zonas rurales, los peatones, ciclistas y jinetes, deben ceder el paso a los demás vehículos, a menos que atraviesen por zonas específicamente señalizadas que les habilite su prioridad de paso.
En cuestas estrechas, tiene prioridad de paso el que asciende, debiendo retroceder el que desciende, salvo que lleve acoplado o remolque y el que asciende no.
En los caminos de tierra, en los que exista una sola huella y en los caminos pavimentados de un sólo carril, cuando se crucen dos vehículos que marchan en sentido opuesto, o vaya a adelantarse un vehículo a otro que marche en la misma dirección, cada conductor está obligado a ceder al otro por lo menos la mitad de la huella o carril, salvo que la situación particular del caso no lo permita, aminorando ambos la velocidad.
En la gráfica que sigue, se muestran distintas situaciones donde se ejemplifica quiénes tienen prioridad de paso:

• Si el automóvil A sigue derecho, debe ceder el paso al B.
• Si el automóvil A dobla a la izquierda, debe ceder el paso al B y al C.
• Si el automóvil C dobla a la derecha, pierde la prioridad de paso respecto del B.

Autoevaluación de prioridades